lunes, 26 de enero de 2009

Getting on with on of the oldest Scottish traditions


Queridos.... qué emoción!!!! Bueno, pido disculpas por anticipado porque esta entrada no viene acompañada de un gran reportaje fotográfico... La sala donde celebramos la Burns Supper era pequeña, estaba iluminada con una luz tenue y me daba un corte tremendo cegar al actor que nos recitó los poemas de Robert Burns con el potente flash de mi cámara... Anyway, sí saqué una foto de mi plato de haggis!!!

La Burns Supper tiene un protocolo que se repite anualmente. No sólo se trata de comer el menú típico, sopa de pollo con puerro, haggies y raspberry pudding, sino que la reunión tiene como principal objetivo honrar la memoria del señor en cuestión con la lectura de varios de sus poemas, acompañada de pomposos brindis... Como acudimos a un club de amantes de whisky, brindamos con esa bebida a la que yo todavía no le cojo el tranquillo...

Seríamos como unas 20 personas, la mayoría parejas, aunque también familias y amigos. La velada se celebró en una sala decorada a la antigua, sentados alrededor de una mesa en forma de U, en cuyo entro había un atril desde el que nuestro peculiar rapsoda nos 'deleitó' con poemas en escocés antiguo, por supuesto, vestido con su kilt y toda la parafernalia. Y, como no sólo de recitar vive el hombre, cantamos (al menos, lo intenté!) el himno de Escocia -cuya letra viene a decir más o menos 'cuidado ingleses apestosos, que como os acerquéis os vamos a dar p'al pelo-, así como la versión anglosajona de la tan tarareada en campamentos de verano 'Llegado ya el momento de nuestra separación...'.

Sinceramente, fue toda una experiencia, vivida en uno de los lugares más old fashioned de Edimburgo... Yo estaba flipada!!! Los hombres luciendo orgullosos los kilts de sus respectivos clanes, dedicándonos a las féminas su 'toss for de Lassies' -el señor Burns era un gran aficionado a la belleza femenina y una buena parte de sus poemas tiene a las mujeres como principal inspiración-, el escocés escuchado en su versión antigua, el olor a cordero de los haggies... Y mi compi y yo con nuestra guía de cómo saborear una copa de buen whisky, que nos sigue quemando las entrañas a cada trago... Aún así, espero que Robert Burns se alegrara desde el más allá de nuestro pequeño homenaje!!

Cumplida la misión de homenajear a Burns, la cena de ayer nos arrojó otra conclusión también importante en nuestras vidas: pese a que el whisky se nos revela, vamos a aprovechar que mi compi se ha convertido en ilustre miembro de tan afamado club de amantes de este licor para participar en una cata en condiciones. Veremos si, como traduce el gaélico, es realmente 'el agua de la vida'...



3 comentarios:

  1. ainsssss se me ha borrado el comentario...arggg!!!
    Te decía que tú te lo estarás pasando genial pero nosotros leyendote más!!! jajaja
    Tu compi tiene cara de ser más maja que las pesetas y que ya tenemos de conocerla ^_^
    Aprender del "whiskazo" para hacer honor al bloggg ; )

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  2. desde luego, te vas a convertir en todo una experta en whiskys. Be careful! : )

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  3. Cuidadito con el whisky Elena que es muy peligroso!!!!
    ¿Qué te pareció el haggies? Cuando estuve lo probé y me gustó mucho.
    Sigue disfrutando de Edimburgo y, sobre todo, sigue escribiendo este blog para que no nos perdamos ni un detalle.

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