miércoles, 18 de febrero de 2009

Cheering myself up...

(Por alguna extraña razón, esta entrada ha decidido publicarse delante de la anterior cuando, obviamente, sucedió antes. Afán de protagonismo...)

Tras varios intentos (me dejé el plano que había impreso con tanto amor en casa en dos ocasiones...), mis pasos me dirigieron este fin de semana al Botanic Garden de Edimburgo, un lugar impresionante, donde el empeño escocés por disfrutar de la sombra de una palmera se hace realidad... dentro de un invernadero, claro! Fuero dos médicos los que comenzaron a recopilar las plantas hace muchos años. Las autoridades no quisieron perderlo y finalmente lo trasladaron a un barrio de corte muy inglés, donde se extiende por unas cuantas hectáreas.

El paseo es precioso, aunque sin duda volveré en primavera. Pero los invernaderos son alucinantes, llenos de orquídeas, pajaritos y visitantes. Una de ellas me dijo que llevaba un corte de pelo 'precioso' y me dio su teléfono para visitarla en New Castle. Según me dijo, "para un extranjero no hay mejor cosa que la hospitalidad; me gustaría que a mi hijo le trataran bien si algún día decide marcharse fuera". Me sentó bien el piropo... :-)))

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