Starting my packing

No suelo ser una buena 'hacedora' de maletas. Va por días, hay veces que tengo clarísimo lo que quiero llevar y otras me armo unos líos que tengo que dejar lo que estoy haciendo, para retomarlo más tarde con las ideas más claras... Hoy he empezado a hacer una limpieza de las cosas que volverán conmigo y aquellas que deberían ir a la basura. Otro de mis problemas es que padezco un estadío severísimo del 'Síndrome de Diógenes', con lo que me cuesta horrores tirar cosas a la basura porque todo lo que guardo tiene significado, de una forma u otra...

Haber pasado aquí seis meses significa mucho para mi. No es sólo el tiempo, es todo lo que el tiempo conlleva. No quiero despedirme todavía porque habrá una segunda parte aquí en agosto, pero sentía la necesidad de explicar cómo estoy en este lunes, una vez más, nublado... La parte buena es que últimamente sueño mucho que vuelvo y que cuando lo hago está atardeciendo y es uno de esos atardeceres que se ven desde el balcón de Río Bayas. Y todo está bien y en orden.

El finde ha estado bien, el sábado me fui con mi compi de la oficina al teatro a ver 'Peer Gynt', de Ibsen. La adaptación estaba bien, muy visual y muy escocesa, tanto que no me enteré demasiado de la primera parte, el prota tenía un acento que para su abuela... Pero estuvo bien hacer un primer acercamiento al mundo teatrero edimburgués, con el que me encontraré dentro de unas semanas... Después cenita y unos vinos, pocos porque mi compi tenía que currar por la noche en SoS por el 'Moon Walk', una caminata nocturna que se celebra aquí todos los años desde medianoche hasta las 7 de la mañana para luchar contra el cáncer de mama, y en la que fundamentalmente participan mujeres.

Hoy he dedicado la mañana a seleccionar todas las revistas en las que he publicado algo a lo largo de estos meses... son unas cuantas!! :-p Pero creo que voy a dejar por ahora el tema. En el brigh side de esta última semana en SoS está mi despedida el próximo viernes. Mi compi de curro se ha ofrecido a encargarse de reservar una mesa en un club para, literalmente, "elegir un sitio del que los chungos de la oficina se vayan pronto a casa y nosotros podamos seguir bailando como locos y tener una verdadera noche escocesa, vomitando en la calle y peleándonos con la gente". Yo con esta tía de verdad que me parto...

Me voy a dar un paseo, el día lo merece pese a las nubes.