Fatal packing

Dios santo... Qué mala soy haciendo maletas!! Pero mala malísima! Hubo un tiempo en el que desarrollé cierta habilidad para los viajes pequeños. Pero cuando se trata de organizar un traslado mayor, me bloqueo como una hormiga que se encuentra una ramita en su camino a casa... No lo llevo del todo mal, pero tengo que dejar cosas aquí y eso complica la logística.

Vuelvo en agosto. Vale. Muchos pensarán "pues tampoco es tan complicado, deja la ropa más de verano y tráete la que tengas de invierno"... JA!! Los últimos diez días en Edimburgo han estado protagonizados por la nieblaca (aquí la llaman 'mist', no sé si tendrá algo que ver con el 'misticismo'...) que se agarra cual lapa a los tejados de la ciudad y no hay viento que la despeje... Eso sí, de pronto un día le da por tomarse un respiro y marcharse a dar una vuelta, para regresar de nuevo por la noche... Sirva esta chapa para explicar que en agosto, lo mismo necesito la sandalia como el chubasquero, lo cual, queridos amigos, es un coñazo... En cuanto a la ropa, todo se simplifica sabiendo que la compañía que me contrata me proporcionará una (repito, una) camiseta con el logo empresarial que debo llevar todos los días y mantener limpia, algo que no sé cómo voy a hacer, la verdad... Al menos, podían darnos dos, de quita y pon!!

En fin, voy a continuar con el packing...

P.S.: Prometí detalles de la fiesta de despedida y los habrá... Estoy intentando hacer una selección de las fotos que saqué porque no tienen desperdicio, y alguna podría herir la sensibilidad del lector... :)