viernes, 5 de junio de 2009

Stockwell

Ha llegado el momento! Abandono la oficina dentro de un cuarto de hora (podria hacerlo ahora mismo porque hoy no ha venido nadie a currar y he estado sola todo el dia!!) para ir a buscar a mi Luis al aeropuerto. Es lo menos que podia hacer despues de que el hombre se ha tirado medio dia de su cumpleanios viajando (con lo que le gustan los aeropuertos...)! Pensaba llevar la paleta corta pasteles cantosa, pero la duenia no esta hoy en la oficina y comprar una es un paso demasiado duro para darlo a la ligera...

Antes de ponernos a disfrutar como locos, tenemos una importante mision que llevar a cabo y que da titulo a esta entrada. No tiene nada que ver con ir a Londres, sino con hacer de kitty sitter. Mi compi de curro me pidio el favor de cuidar a su gata Stockwell durante los dias en que esta en las Highlands con su churri. Es el tipo de favor que el que no tiene gato o mascota quiza no entienda. Nosotros hemos tenido que pedirlo mil veces, asi que accedi encantada. El unico problema es que Stockwell tiene un caracter un poco dificil (segun mi compi, heredado de su madre, que hacia la calle), asi que sus duenios me escribieron una lista de instrucciones para "lidiar con la inestabilidad emocional de Stockwell" (frase traducida literalmente). Entre los consejos, el mas hilarante era este:

"Si se tumba panza arriba, como invitandote a que le acaricies la tripilla... NO LO HAGAS; ES UNA TRAMPA!"

O,

"No te preocupes, todo ira bien siempre y cuando no intentes tocarla".

Sin embargo, a mi los humos felinos no me dan ningun miedo. No hice amago de materializar un contacto fisico, pero le estuve hablando toda la tarde (y le cante hasta canciones!), creo que le puse la cabeza como un bombo. Intento hacerme el truco del tumbao, pero le dije que a otro gato con esa sardina. Y le saque alguna foto, para que se sintiera importante. Asi que hemos dormido juntas. Ella mas que yo, la verdad. Stockwell tiene un problema de peso... bueno... en realidad, mas que una gata parece una excavadora, asi que cada vez que se subia o bajaba de la cama, el piso retumbaba... La pobre tiene que comer comida light y la cara que me puso cuando le di su racion me partio el corazon gatuno que llevo dentro...

Yo creo que termine por gustarle. Esta tarde volveremos, seguro que Luis le mola mas que yo por aquello de que es chico guapo. Espero que no me ponga la misma cara que ayer cuando entre al piso. Los gatos no hablan, pero Stockwell me dijo claramente: "Donde estan mis duenios y tu quien narices eres?". Nevermind...

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